jueves, 22 de octubre de 2009

Amina Melendro

Un 31 de mayo del año 1909, habría de nacer Amina Melendro (En Ibagué, en el barrio La Pola), hija del abogado Mariano Martin Melendro Varón y de Encarnación Serna Vidales, siendo la novena de diez hermanos[1], protagonistas culturales todos del Tolima del medio siglo pasado.
Su cándida infancia fue alimentada con las primeras notas musicales que su madre les transmitía por medio del piano familiar.
Siendo muy pequeña (año 1921), Amina Melendro ingresa al Conservatorio, fundado por el amigo familiar de vieja épocas, el maestro Alberto Castilla Buenaventura. Por supuesto su instrumento favorito era el piano.
En el año 1934 fue vinculada como docente del mismo claustro y pocos meses después, es designada representante ante el Consejo Directivo.
El maestro Castilla le enseñó a manejar la contabilidad, siendo secretaria del Conservatorio, varios meses[2].
Para el año 1936 la vemos ya participando de la organización del Primer Congreso Nacional de Música, reunido en Ibagué, del 15 al 19 de enero. Sigue su pertinaz labor docente (y como líder consumada de los Coros del Tolima[3]) hasta cuando en el año de 1953 es nombrada subdirectora. Seis años despúes Darío Echandía, gobernador del Tolima, le nombra directora (rectora)[4], cargo que desempeñaría hasta 1986, cuando es designada rectora encargada de la Institución Musical del Nivel Superior, oficio que desempeñaría hasta el 31 de mayo de 1999. En este último reto laboral, obtiene para el año de 1983, el reconocimiento por parte del Icfes, para el Conservatorio, de Institución de Educación Superior, con la llamada Universidad de la música.

Se marchó Amina Melendro de Pulecio, en tiempos donde el bachillerato musical que legara a la sociedad ibaguereña, anda como judío errante, sin sede propia, impartiendo clases en cuatro sedes; cuando el Conservatorio pasa estrecheces presupuestales y organizativas. Que en la tumba de la señora Amina Melendro de Pulecio, solo haya el pentagrama del silencio y el reconocimiento de quien con tesonera labor, obtuvo su propia paz.

Escribiendo e investigando para esta clase de biografias como la de Amina Melendro y Alberto Castilla, por ejemplo, es que comprendo la dimensión del mote Ciudad musical de Colombia, dado a Ibagué.
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[1] Aija, Elvia, Mariano, Luis, Yezid, Isabel, Daniel, Zenón, Amina y Amelia, tales fueron los nombres de todos los hermanos.
[2] Muy joven habría de casarse Amina Melendro con Alfonso Pulecio Leiva. De esta relación marital habrían de procrear tres hijas: Beariz, Amelia y Lucía.
[3] El Coro del Tolima habría de lograr, entre otras muchas cosas, ganar el segund o premio de la sección B de la competencia de coros de voces mixtas, en el XVII concurso polifónico internacional de Guido D´Arezzo en Italia. Grabaron para la televisión española, dieron conciertos en Europa.
De esta trayectoria impecable nace en Amina Melendro la idea de ahcer en Ibagué el Concurso Polifónico de Ibagué, del cual se harían cuatro versiones…La quinta no llegaría a realizarse por la tragedia de Armero, ocurrida un mes antes de empezar tan solemne concurso.
[4] Hasta ese año de 1959 solo existía la Escuela de Música, pero no el bachillerato musical. Se presentó la propuesta al Ministerio de Educación Nacional y el ministro dio via libre al primer bachillerato musical de Colombia, que es inaugurado en 1960.

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